• Heidi Rosen es una escritora especializada en diseño de interiores, proyectos de bricolaje y vida sostenible. Le apasiona crear espacios hermosos y funcionales y ayudar a otros a hacer lo mismo.

Sin horno, sin batidora. Solo una taza, una cuchara… y un minuto de tu tiempo.

El postre más fácil del mundo

No siempre se nos antoja un pastel entero. A veces, solo queremos algo pequeño, caliente, y con mucho chocolate. Algo rápido. Algo que puedas preparar en lo que ves los primeros minutos de tu serie favorita. Para eso existe este pastelito en taza. Es suave, esponjoso, y está listo en menos de un minuto.  ¡Y lo mejor: tiene solo unas 150 calorías!

Además, es ideal para quienes viven solos o no quieren encender el horno solo por una porción. También sirve como una forma divertida de aprovechar la mezcla de pastel que te sobró de otra receta. ¿Quién dijo que los postres caseros tienen que ser complicados? Aquí no necesitas ni huevos, ni aceite, ni harina. Solo una taza, una cuchara y una pizca de antojo.

Otra ventaja es que no ensucias casi nada. Ni moldes, ni batidoras, ni bandejas. Solo revuelves, cocinas, y comes. Por eso se ha vuelto tan popular: es un postre práctico, económico, y totalmente personalizable. Puedes cambiarle el sabor, ponerle frutas, crema o lo que tengas en casa.

Este truco es ideal para estudiantes, personas con poco tiempo, o cualquier amante del chocolate que necesite un apapacho dulce sin complicarse la vida. Es tan fácil que hasta los niños pueden hacerlo (con ayuda para el microondas). Un minuto. Una taza. Mucha felicidad.


Lo que vas a necesitar

  • 36 g (3 cucharadas) de mezcla de pastel de chocolate (de caja, cualquier marca funciona)

  • 30 ml (2 cucharadas) de agua

  • 15 g (1 cucharada) de chispas de chocolate semi amargo

Opcional: puedes usar mezcla sin azúcar y chispas bajas en azúcar si prefieres algo más ligero.


Cómo se hace

  1. Coloca la mezcla de pastel, el agua y las chispas de chocolate en una taza o ramequín apto para microondas.

  2. Revuelve muy bien con una cuchara hasta que la mezcla se vea uniforme, sin grumos secos.

  3. Lleva la taza al microondas por 50 segundos.

  4. Déjalo enfriar 1 o 2 minutos antes de comer (¡se calienta mucho por dentro!).

Truco: si el centro queda un poquito suave, no pasa nada. Se termina de cocinar mientras reposa. Pero si lo cocinas de más, se puede resecar.


Cómo decorarlo

Este pastelito puede ser simple o lucir como un postre de restaurante. Aquí tienes ideas para llevarlo al siguiente nivel:

  • Una cucharada de crema batida y un poco de cacao en polvo espolvoreado

  • Dos cucharadas de pudín de chocolate como si fuera betún casero

  • Frambuesas frescas, rodajas de plátano o fresas

  • Trocitos de nuez, almendra o avellana para agregar textura

  • Mini malvaviscos, trozos de galleta o chispas de colores

Incluso puedes hacer combinaciones según tu estado de ánimo. Un topping cremoso, algo crujiente, algo dulce… ¡listo!

También puedes jugar con las texturas: un toque de sal marina encima crea contraste con lo dulce, o prueba con un chorrito de miel o sirope para darle un brillo irresistible. Si lo haces para invitados, sírvelo en una taza bonita o acompáñalo con una bola de helado. ¡Parece gourmet!


3 variaciones para probar

Pastelito moka

Agrega 3 g (1½ cucharaditas) de café instantáneo o espresso en polvo a la mezcla antes de cocinar. El sabor se vuelve más profundo, como un brownie con café.

Pastelito con frutas

Agrega 30–60 g (¼ a ½ plátano picado) o 60 ml (¼ taza) de frutos rojos como fresas, arándanos o frambuesas. Cocina por 1 minuto con 10 segundos. Queda más jugoso y con pequeños estallidos de sabor.

Pastelito de chocolate con crema de cacahuate

Mezcla 15 g (1 cucharada) de crema de cacahuate directamente con la masa antes de meter al microondas. Cocina por 1 minuto con 10 segundos. Queda denso, con sabor a Reese’s caliente.

Extra: También puedes probar con una cucharada de Nutella, dulce de leche, o hasta un bombón entero al centro.


Consejos para que siempre quede perfecto

  • Usa una taza del tamaño adecuado. Asegúrate de que tenga al menos 250 ml de capacidad (idealmente 300 ml o más), ya que la mezcla sube bastante al cocinarse. Si es muy pequeña, el pastel puede desbordarse y ensuciar tu microondas.

  • Revuelve bien la mezcla. Parece un paso simple, pero es clave. Si quedan grumos secos, el pastel no quedará parejo. Asegúrate de mezclar hasta que la textura se vea uniforme y sin polvo visible.

  • Ajusta el tiempo según tu microondas. Algunos microondas cocinan más rápido que otros. Si notas que tu pastel queda muy seco, prueba bajando a 45 segundos. Si queda crudo, aumenta poco a poco en intervalos de 10 segundos.

  • Espera antes de comerlo. Aunque tengas mucha hambre, dale un par de minutos para que se enfríe. El centro puede estar hirviendo aunque por fuera se vea listo. Y además, al reposar, el pastel se termina de asentar.

  • No tengas miedo de experimentar. Puedes añadir una pizca de sal para resaltar el sabor del chocolate, una gota de extracto de vainilla o incluso un poco de canela o chile en polvo si te gustan los sabores intensos. ¡Hazlo tuyo!

  • Elige una mezcla de buena calidad. Si vas a usar una mezcla de caja, trata de que sea una que realmente te guste. El sabor base marca toda la diferencia, incluso en recetas tan rápidas como esta.

 


Preguntas comunes

¿Puedo usar otro sabor de mezcla para pastel?
¡Claro! Vainilla, red velvet, limón… solo cambia los ingredientes extra para que combinen: chispas de chocolate blanco, coco rallado o galletas trituradas quedan genial.

¿Se puede hornear en lugar de usar microondas?
Sí. Usa un ramequín pequeño y hornea a 180 °C por unos 10 a 12 minutos. Revísalo con un palillo—debe salir limpio o ligeramente húmedo.

¿Puedo hacer dos al mismo tiempo?
Sí, pero lo mejor es cocinarlos uno por uno para que se hagan de forma pareja. Si los haces juntos, pueden quedar crudos en el centro.

¿Y si no tengo mezcla de pastel?
Esta receta depende de la mezcla de caja, pero más adelante podemos compartirte una versión casera desde cero.


Pensamientos finales

¿Un pastel listo en un minuto? Parece una fantasía, pero es totalmente real. Este pastelito en taza no solo es rápido y delicioso, también es práctico, versátil y sorprendentemente ligero. Con solo unas 150 calorías, puedes darte un gusto sin culpa, sin ensuciar la cocina y sin prender el horno.

Lo mejor de todo es que puedes personalizarlo según tu estado de ánimo o lo que tengas a mano. ¿Quieres algo elegante? Añade frutas frescas y un toque de crema batida. ¿Prefieres algo reconfortante? Un poco de crema de cacahuate o una cucharada de Nutella hacen maravillas. Y si tienes niños, esta receta es perfecta para una mini actividad de cocina—rápida, divertida y sin riesgos (más allá de que quieran hacerla todos los días).

También es una solución excelente para ese poco de mezcla que queda olvidado en la alacena. En lugar de dejarlo ahí hasta que caduque, úsalo para darte un momento dulce en cualquier día de la semana.

En un mundo donde todo va tan deprisa, tener un pequeño placer así de fácil es un regalo. No se trata solo de un postre, sino de un momento para ti. Para sentarte, respirar, y disfrutar algo rico sin complicaciones.

Así que ya lo sabes: la próxima vez que necesites una sonrisa en forma de postre, agarra una taza y en solo un minuto tendrás algo que te hará feliz. Porque a veces, la felicidad sí viene en porciones pequeñas.