Lantana: La flor que no se rinde y cómo usarla bien en tu jardín
Color sin pausa, cuidados mínimos y variedades para cada rincón del jardín
Si estás buscando una planta que practicamente crece sola, la lantana podría convertirse en tu nueva favorita. Con un colorido constante, excelente tolerancia a la sequía y variedades que van desde cubresuelos rastreros hasta arbustos erguidos, la lantana es una de las plantas con flores más versátiles que puedes agregar a tu jardín.
Originaria de regiones tropicales y subtropicales, la lantana (Lantana camara y especies relacionadas) se ha convertido en un elemento clave en jardines de climas cálidos gracias a sus ramilletes brillantes de flores y su capacidad para resistir condiciones difíciles. Atrae mariposas y abejas, florece desde la primavera hasta el otoño y viene en una amplia variedad de colores que, curiosamente, están relacionados con su forma de crecimiento.
Así es: la forma de crecimiento de la lantana suele indicar el color de sus flores. Las variedades más altas y erguidas tienden a tener tonos cálidos como rojo, naranja y amarillo—o combinaciones que cambian de color a medida que las flores envejecen. Por otro lado, las variedades más bajas o rastreras suelen tener tonos más suaves como lavanda o blanco. Conocer esto te ayudará a elegir el tipo de lantana ideal para tu espacio y el efecto visual que deseas lograr.
En esta guía, repasamos los dos tipos principales de crecimiento, cómo cuidarlos, dónde prosperan y por qué son una excelente opción para quienes quieren un jardín vistoso sin demasiado esfuerzo. También hablaremos de algunas precauciones importantes, como su toxicidad o comportamiento invasivo en ciertas zonas.
¿Qué es la lantana?
La lantana es una planta amante del sol originaria de Centro y Sudamérica, aunque hoy se encuentra en muchas partes del mundo con climas cálidos. La especie más común es Lantana camara, aunque también se cultiva Lantana montevidensis, de crecimiento rastrero. En regiones como México, el Caribe, Colombia, Venezuela o el sur de España, puede vivir todo el año. En zonas más frías, como el centro de Chile o el norte de Argentina, se cultiva como anual o se resguarda en invierno.
Es una planta fácil de cuidar, con hojas rugosas y verdes oscuras y ramilletes densos de flores pequeñas que muchas veces cambian de color con el tiempo. Su follaje tiene un aroma fuerte, descrito por algunos como cítrico o picante, y ayuda a mantener alejadas las plagas y los ciervos.
Dos formas de crecimiento: erguida y rastrera
Lantana erguida
Crecen como pequeños arbustos y alcanzan entre 45 cm y 1,2 m de altura. Son ideales para bordes de jardín, macetas grandes o canteros. Algunas variedades populares incluyen ‘Landmark Rose Sunrise’, ‘Bandana Cherry’ y ‘New Gold’.
Estas lantanas suelen tener flores multicolor en tonos cálidos como rosa intenso, naranja, rojo y amarillo. Si buscas un toque llamativo y alegre para una zona soleada, estas son una excelente opción. También son perfectas para crear puntos focales en el jardín, ya que su forma compacta y su floración constante atraen la vista desde lejos. Muchas personas las usan para delimitar caminos o llenar espacios vacíos en jardines con mucha exposición solar. Además, toleran bien el viento y el calor extremo, lo que las hace muy útiles en zonas costeras o áridas.
Lantana rastrera o colgante
Crecen más cerca del suelo y se expanden hacia los costados, lo que las hace perfectas para cestas colgantes, jardineras, muros o como coberturas de suelo. Lantana montevidensis es la variedad clásica rastrera, y se encuentra generalmente en tonos lavanda o blanco.
Florecen tan bien como las erguidas pero se mantienen más compactas. Son excelentes para suavizar bordes o colgar sobre macetas. También son ideales para cubrir zonas donde otras plantas tienen dificultades para crecer, como taludes pedregosos o áreas con mucha exposición solar. Gracias a su hábito rastrero y floración prolongada, pueden transformar espacios simples en rincones vibrantes. En regiones costeras, funcionan especialmente bien porque toleran el viento salino y las condiciones arenosas. Si las dejas crecer libremente, forman alfombras de color que se extienden con gracia sin volverse agresivas.
¿Por qué tantas personas aman la lantana?
- Floración prolongada: Florece desde la primavera hasta el otoño en climas cálidos, sin necesidad de quitar flores marchitas.
- Atrae polinizadores: Mariposas, abejas e incluso colibríes la visitan constantemente.
- Resistente y tolerante a la sequía: Una vez establecida, necesita muy poco riego.
- Fácil de mantener: No requiere mucho fertilizante y resiste plagas y suelos pobres.
- Variedad de colores: Desde tonos sólidos hasta combinaciones que cambian con el tiempo.
Guía de cuidados básicos
Luz solar: Necesita pleno sol (al menos 6 horas al día) para florecer bien.
Riego: Riega regularmente al principio; una vez establecida, solo cuando el suelo esté seco. Evita el exceso de agua.
Suelo: Ligero y bien drenado. Tolera suelos arenosos o pedregosos.
Poda: Recortar de forma ligera favorece un crecimiento más denso. Puedes podar más fuerte a fines del invierno o comienzos de la primavera.
Fertilizante: Solo necesita un fertilizante equilibrado una vez al mes en la temporada activa.
Clima: Perennifolia en regiones cálidas sin heladas como el sur de España, México, América Central, el Caribe y zonas del norte de Sudamérica. En lugares fríos se cultiva como anual o se protege en invierno.
Problemas y precauciones
- Comportamiento invasivo: En algunas regiones puede expandirse demasiado rápido. Consulta las recomendaciones locales si vas a plantarla en tierra.
- Toxicidad: Sus frutos pueden ser tóxicos si se ingieren. Algunas personas también pueden tener irritación al contacto con las hojas.
- Crecimiento descontrolado: Algunas variedades erguidas pueden volverse leñosas si no se podan regularmente.
Ideas para aprovecharla en el jardín
- Como cobertura: Las variedades rastreras son ideales para cubrir zonas secas o inclinadas.
- En macetas o cestas colgantes: Combina lantanas colgantes y erguidas para un efecto abundante.
- Bordes soleados: Planta variedades erguidas a lo largo de senderos o bordes.
- Jardines para polinizadores: Combínala con salvia, zinnias o asclepias.
- Jardines de bajo riego: Queda bien con suculentas, agaves o gramíneas ornamentales.
Preguntas comunes sobre la lantana
¿Hay que quitar las flores secas?
No es necesario, pero recortar suavemente los racimos marchitos puede favorecer una planta más compacta.
¿Puede crecer en sombra parcial?
Puede sobrevivir, pero florecerá mucho menos. Prefiere pleno sol.
¿Vuelve cada año?
En climas cálidos, sí. En zonas frías se trata como planta anual.
¿Qué hacer si crece demasiado?
Puedes podarla con fuerza al final del invierno. Tolera bien la poda intensa.
¿Se puede cultivar en macetas?
Sí. Solo asegúrate de que drene bien.
¿Con qué otras plantas se puede combinar?
Verbena, portulaca, salvia y gramíneas son buenas opciones. Todas deben ser resistentes al sol y al calor.
¿Se puede reproducir por esquejes?
Sí. Toma esquejes semi-leñosos a fines del verano y enráizalos en tierra húmeda o en agua.
Pensamientos finales
La lantana es una de esas plantas que dan mucho más de lo que piden. Con sus flores constantes, su resistencia al calor y su atractivo para los polinizadores, se gana un lugar fijo en cualquier jardín soleado. Ya sea que busques una alfombra floral de lavanda o un estallido de tonos naranja y rojo, hay una variedad perfecta para ti.
Solo recuerda elegir el tipo adecuado según tu espacio: rastrera para colgar o cubrir, erguida para macetas grandes o bordes soleados. Pódala de vez en cuando, déjala al sol y riega solo cuando sea necesario. La recompensa: un jardín lleno de color toda la temporada.
No solo es fácil, también es una de las plantas más gratificantes que puedes tener. Una vez que la pruebas, es muy probable que se vuelva parte de tu jardín por muchos años.