• Heidi Rosen es una escritora especializada en diseño de interiores, proyectos de bricolaje y vida sostenible. Le apasiona crear espacios hermosos y funcionales y ayudar a otros a hacer lo mismo.

Protege tu romero del frío, la nieve y la humedad con pasos sencillos que lo mantendrán sano y listo para crecer con fuerza cuando llegue la primavera.

Por qué es importante cuidarlo en invierno

Aunque el romero tiene tallos leñosos y hojas resistentes, el invierno puede ser un gran desafío para esta planta mediterránea. En su clima de origen, disfruta de inviernos suaves, mucho sol y suelos que drenan bien. Cuando se enfrenta a heladas prolongadas, nieve o suelos encharcados, su salud se resiente rápidamente y hasta puede morir por completo.

Preparar tu romero antes de que lleguen las bajas temperaturas no solo es cuestión de mantenerlo vivo. También es la clave para que, en primavera, vuelva a crecer con fuerza y produzca más ramas y hojas aromáticas. Una planta bien cuidada durante el invierno se traduce en un romero más frondoso, lleno de aroma y listo para cosechar cuando el clima vuelva a ser cálido.

Si todavía no has podado tu planta, este es el momento perfecto. La poda previa al invierno ayuda a que concentre su energía en las partes sanas, en lugar de desgastarse tratando de mantener ramas dañadas o muy leñosas. Consulta nuestra guía sobre cómo podar el romero antes del invierno para aprender a darle la mejor forma y salud posibles.


Conoce tu clima y las necesidades de tu planta

No todos los inviernos son iguales. Antes de decidir cómo proteger tu romero, analiza el clima y el tipo de suelo donde lo tienes plantado. Esto te ayudará a elegir el cuidado adecuado y evitar problemas comunes.

  • Climas suaves: Si vives en un lugar donde las heladas son raras y las temperaturas invernales se mantienen frescas pero no extremas, el romero puede permanecer al aire libre durante todo el invierno con una protección mínima.

  • Climas fríos: En zonas donde son habituales las heladas, nevadas o temperaturas muy por debajo de cero, la planta necesitará una protección mucho mayor, o incluso tendrás que trasladarla al interior para salvarla.

  • Inviernos húmedos: Aunque no haga demasiado frío, un suelo encharcado puede ser igual de peligroso. El exceso de agua alrededor de las raíces provoca pudrición y enfermedades.

Señales de alerta:
Si tu romero empieza a mostrar hojas amarillentas, tallos quebradizos o un olor desagradable a humedad en la tierra, es una señal de que está sufriendo estrés invernal y necesita atención inmediata.


Cómo proteger el romero si lo dejas al aire libre

Si decides mantener tu romero afuera durante todo el invierno, tu objetivo será protegerlo tanto del frío como del exceso de agua. Estos pasos marcan la diferencia entre una planta que sobrevive y otra que se debilita o muere:

  • Coloca un buen acolchado: Cubre la base de la planta con una capa gruesa de paja, agujas de pino o hojas secas. Esto actúa como una manta que mantiene la temperatura más estable alrededor de las raíces.

  • Cubre con tela transpirable: Si vives en una zona con heladas o vientos fuertes, envuelve la planta con arpillera (burlap) o manta térmica para protegerla sin atrapar humedad.

  • Evita el plástico: Nunca cubras el romero con plástico, ya que este atrapa la condensación y crea un ambiente ideal para hongos.

  • Riega con moderación: En invierno, el romero necesita muy poca agua. Riega únicamente cuando la tierra esté completamente seca y evita encharcar las raíces.

  • Eleva las macetas: Si tu romero está en una maceta, colócala sobre ladrillos o soportes para que no esté en contacto directo con superficies frías como cemento o baldosas.

Cuando combinas aislamiento con buena ventilación, proteges a tu planta de las dos mayores amenazas del invierno: las heladas y la pudrición de raíces.


Cómo llevar el romero al interior

En zonas con inviernos muy duros, la mejor opción es trasladar el romero al interior para mantenerlo a salvo. Este método funciona bien para plantas en maceta o para arbustos pequeños que puedas trasplantar a una maceta grande.

Antes de moverlo, sigue estos pasos:

  1. Haz una poda ligera: Elimina ramas dañadas, enfermas o demasiado largas. Así la planta será más manejable y concentrará su energía en el crecimiento sano.

  2. Revisa si tiene plagas: Busca señales de pulgones, araña roja o mosca blanca. Si encuentras algo, trata la planta antes de llevarla adentro para evitar que infeste otras plantas.

  3. Elige un lugar con mucha luz: Colócala cerca de una ventana orientada al sur o bajo una lámpara de cultivo. El romero necesita al menos 6 a 8 horas de luz al día para mantenerse saludable dentro de casa.

  4. Gira la maceta regularmente: Rota la planta cada semana para que crezca pareja y no se incline hacia un solo lado.

  5. Riega con cuidado: Dentro de casa, el romero es más propenso a la pudrición. Solo riega cuando la capa superior de la tierra esté completamente seca.

El traslado al interior puede ser un cambio brusco para la planta. Para evitar que sufra un shock, hazlo gradualmente: comienza llevándola adentro unas horas al día y aumenta el tiempo durante varios días hasta dejarla dentro por completo.


Errores comunes en el cuidado invernal

Incluso los jardineros con experiencia pueden cometer errores durante el invierno. Estos son los más frecuentes y cómo solucionarlos:

Error Por qué es un problema Cómo evitarlo
Regar demasiado El frío y el exceso de agua ahogan las raíces y causan pudrición. Riega solo cuando la tierra esté seca.
Cubrir con plástico La humedad atrapada favorece los hongos. Usa telas transpirables como arpillera.
Trasladar al interior de golpe El cambio brusco provoca caída de hojas. Haz la transición poco a poco durante varios días.
No podar antes del invierno La planta gasta energía en ramas dañadas. Haz una poda ligera antes de que llegue el frío.

Con estos cuidados, tu romero tendrá muchas más posibilidades de salir del invierno fuerte y saludable.


Cómo prepararlo para la primavera

El cuidado no termina cuando pasa el frío. A medida que suben las temperaturas, el romero necesita una transición gradual para adaptarse al cambio de estación:

  • Retira las coberturas protectoras poco a poco, sobre todo si las noches siguen siendo frías.

  • Si la planta estuvo dentro de casa, sáquela por unas horas cada día y aumenta el tiempo al aire libre poco a poco hasta que se adapte.

  • Cuando empieces a ver brotes nuevos, aplica un fertilizante natural, como té de compost o emulsión de pescado diluida, para darle energía extra.

  • Haz una poda ligera de primavera para darle forma y estimular un crecimiento más denso.

Estas acciones aseguran que tu romero no solo sobreviva al invierno, sino que arranque la primavera con la mejor salud posible.


Pensamientos finales

Cuidar el romero durante el invierno requiere un poco de planificación, pero la recompensa vale la pena. Una planta protegida y bien atendida en los meses fríos te regalará un crecimiento frondoso y lleno de aroma cuando vuelva el calor, ofreciéndote ramas frescas para cocinar, decorar y preparar remedios caseros.

Piensa en el invierno como un tiempo de descanso para tu planta, donde reúne fuerzas para la siguiente temporada. A finales del invierno o comienzos de la primavera, empezarás a ver nuevos brotes verdes: una señal de que tu esfuerzo dio resultado. En ese momento, puedes preparar tu planta para una poda ligera que estimule aún más el crecimiento.

Si todavía tienes dudas sobre cómo darle forma o recortar tu romero, no te pierdas nuestra guía sobre cómo podar el romero antes del invierno. Poda en el momento adecuado y de la forma correcta para evitar tallos leñosos y mantener la planta saludable.

Y recuerda: las ramas extra no se desperdician. Puedes conservar todo su aroma siguiendo nuestra guía paso a paso sobre cómo secar romero de la forma correcta. Así aprovecharás cada parte de tu planta y disfrutarás de su sabor todo el año.

Con unos cuantos cuidados ahora, tu romero no solo sobrevivirá al invierno, sino que volverá más fuerte y productivo, listo para llenar tu hogar y tu jardín de belleza, aroma y frescura durante la próxima temporada.

Plantas de romero en diferentes escenarios: una siendo podada, otra cubierta con arpillera para protegerla del frío y otra en una cocina.