Algunas personas son más propensas que otras a sufrir calambres nocturnos o síndrome de piernas inquietas, un trastorno neurológico doloroso y frustrante que tiende a intensificarse durante la noche, privando de sueño a quienes lo padecen. Para aliviar estos dolores persistentes y ayudarlo a encontrar un sueño reparador, aquí hay un consejo efectivo a base de jabón.

El síndrome de piernas inquietas o parestesia nocturna de los miembros inferiores, comúnmente conocida como enfermedad de “Willis-Ekbom”, se caracteriza por una necesidad urgente de mover las piernas y en ocasiones incluso los brazos, para disipar las sensaciones de hormigueo o ardor que siente quien lo padece.

Esta necesidad irresistible de moverse va acompañada de alteraciones sensoriales que van desde la incomodidad hasta el dolor. Por lo general, ocurren en reposo o durante períodos de inactividad, estos síntomas afectan la calidad del sueño con el tiempo.

Causas del síndrome de piernas inquietas

El síndrome de piernas inquietas se ve exacerbado por condiciones subyacentes, que incluyen:

  • deficiencias minerales
  • diabetes
  • insuficiencia renal
  • el embarazo
  • trastornos del sistema nervioso
  • tomar ciertos medicamentos (contra ataques epilépticos, psicosis o náuseas, etc.)

Para reducir el dolor de estos calambres, te ofrecemos a continuación un truco mágico natural para probar.

El truco de una abuela para aliviar el dolor

Increíble pero cierto, el remedio que salva vidas está contenido en el jabón de Marsella. Dado que estos calambres se ven favorecidos por una deficiencia de potasio, la potasa que contiene el jabón  de Marsella ayuda a erradicarlos. Coloque una barra de jabón en sus sábanas, después de envolverla cuidadosamente en una media de nailon. En cuanto sientas un calambre, acércate al jabón, este liberará el potasio que absorberá la zona afectada y el dolor se calmará como por arte de magia. Solo tendrás que volver a dormir tranquilo.

Hay otra alternativa para los que prefieran guardar el jabón para la ducha: un imán de buen tamaño, escondido a los pies de la cama, tendrá el mismo efecto.

Cómo prevenir la aparición de calambres nocturnos

¿Quién de nosotros no se ha despertado en medio de la noche por un dolor debilitante y punzante en la pantorrilla? Los calambres nocturnos brutales y extremadamente dolorosos son otro fenómeno que estropea nuestras noches. Duran entre 30 segundos y 10 minutos y se desvanecen espontáneamente para dejar una sensación de incomodidad que puede persistir durante horas.

Las mujeres embarazadas, deportistas y personas mayores son las más afectadas por estas contracciones musculares repentinas pero benignas tras un esfuerzo físico intenso, falta de hidratación, estiramientos mal realizados, deficiencia de oligoelementos (calcio, potasio, magnesio), exceso de toxinas en el organismo, mantener malas posturas, usar zapatos inadecuados o mala circulación sanguínea.

No hay motivo real para preocuparse si aparece un calambre de vez en cuando, pero si el fenómeno se multiplica y persiste, es urgente consultar para asegurarse de que no latente una patología más grave como trastornos reumáticos o insuficiencia venosa.

Acciones a tomar en caso de calambres

Siéntese o acuéstese, tome los dedos de los pies y estire lentamente las piernas empujando el pie hacia arriba, usando una toalla. Masajee suavemente o aplique compresas calientes en el músculo contraído.

Más vale prevenir que curar

Una dieta equilibrada, una buena hidratación, a razón de un litro y medio de agua al día y una dieta rica en verduras y frutas para no faltar en oligoelementos ayudan a prevenir los calambres musculares.

Igual de importante es frenar el exceso de trabajo físico, la ingesta excesiva de té , alcohol y café que retrasan la eliminación de toxinas y deshidratan el organismo.

También coma más alimentos contra los calambres. Piensa en zumos de frutas para facilitar la eliminación de toxinas en el organismo, productos apícolas, ricos en sales minerales y frutos secos por su contenido en calcio y potasio. Reduzca su consumo de carnes rojas, vísceras y embutidos que están llenos de nitrógeno y toxinas que son difíciles de eliminar para el cuerpo.

Dejar de tomar medicamentos como los medicamentos para el asma, los medicamentos para reducir el colesterol, los diuréticos y los laxantes puede aliviar los síntomas de este trastorno. Pídele consejos a tu doctor.

Las personas propensas a este trastorno también deben asegurarse de tomar baños calientes antes de acostarse, realizar ejercicios de estiramiento para mejorar la circulación sanguínea y masajear con aceite de árnica.