Las cremalleras son muy útiles en muchas prendas

arreglar una cremallera
 

Las cremalleras están muy presentes en nuestras vidas, en elementos muy habituales como pueden ser pantalones, chaquetas, mochilas, fundas de cojines y muchos más. Hoy te damos unos cuantos trucos para que sepas arreglar una cremallera atascada y así poder seguir utilizando esa prenda o complemento sin dejarla de lado por culpa de la cremallera.

Una cremallera sigue su propio recorrido, y a veces la subimos o bajamos tan rápido que se sale de su camino y parece misión imposible hacer que funcione nuevamente. También es posible que hayamos pillado algo de ropa, o que se haya cruzado un trozo de hilo suelto.

No cabe duda de que una cremallera es muy cómoda y rápida, mucho más que los botones, broches y cualquier otro sistema de cierre para prendas, complementos y textiles. En muchas ocasiones, por diferentes motivos, se pueden atascar, y cuando eso sucede conviene saber resolver el problema para que así vuelva a funcionar.

Trucos para arreglar una cremallera atascada

Frotar con un lápiz

  1. El grafito es un lubricante seco muy eficaz, por lo que busca un lápiz de los tradicionales, que no sea mecánico ya que perdería eficacia.
  2. Frota la punta del lápiz a lo largo de los dientes de la cremallera, por ambos lados. Incide especialmente en las partes donde se cruzan los dientes ya que es donde se suelen producir atascos.
  3. Intenta mover la cremallera tirando de forma suave y lenta, sin forzar, ya que demasiada fuerza podría dañar tanto la cremallera como la tela de la prenda.
  4. Una vez que compruebes que la cremallera vuelve a funcionar correctamente, lávate las manos y limpia los restos de grafito con un trozo de papel absorbente.

Aplicar lubricante

  1. Consigue un lubricante o fabrica uno casero, te valen productos como vaselina, crayones, velas de cera, aceite de oliva, crema hidratante o bálsamo labial, entre otros.
  2. Aplica el lubricante elegido directamente en los dientes de la cremallera, procurando que el producto no toque el tejido por si lo pudiera estropear.
  3. Puedes utilizar un bastoncillo de algodón para controlar mejor el lubricante y que no se deslice hacia la tela.
  4. Prueba si la cremallera funciona, y si no lo hace vuelve a aplicar el lubricante.
  5. Una vez que ya funcione, pasa un paño humedecido en jabón y agua tanto por la cremallera como por su entorno para eliminar cualquier resto. Si la prenda se puede meter en la lavadora, hazlo.

En el caso de que ninguno de los trucos funcione, quizás es que la cremallera no está atascada sino que se ha roto, y en ese caso lo más recomendable es cambiarla por una nueva. Revisa si está rota toda la cremallera o simplemente alguna parte, en algunos casos bastará con sustituir la pieza estropeada y no todo el conjunto.