• Heidi Rosen es una escritora especializada en diseño de interiores, proyectos de bricolaje y vida sostenible. Le apasiona crear espacios hermosos y funcionales y ayudar a otros a hacer lo mismo.

Por qué el vinagre y el bicarbonato pueden ser tus mejores aliados

La limpieza natural no es solo una moda—es un cambio real en muchos hogares. Cada vez más personas están dejando de lado los productos químicos agresivos y eligiendo ingredientes sencillos como el vinagre y el bicarbonato para mantener sus casas limpias y seguras. Y cuando se trata del suelo, esta combinación puede con todo: grasa, malos olores, manchas difíciles… sin gastar de más ni dejar el piso pegajoso.

Pero hay un problema.

Si los usas mal, el vinagre y el bicarbonato pueden dejar rayas, opacar el brillo o incluso dañar algunos tipos de suelo. El truco está en usar cada uno según el tipo de superficie y en la proporción adecuada.

Justo de eso se trata esta guía: de enseñarte cómo usar vinagre y bicarbonato en tu tipo de suelo, sin marcas feas, sin accidentes y sin frustraciones.

Porque un suelo limpio debe brillar… no mancharse más.


Por qué a veces el suelo se ve peor después de limpiarlo

Si alguna vez pasaste la fregona y el resultado fue un piso opaco o rayado en lugar de brillante, no estás solo. Suele pasar por una o varias de estas razones:

  • Demasiado producto: incluso los naturales pueden dejar residuos si se usan sin medida.

  • Agua sucia en el cubo: en vez de limpiar, estás esparciendo la suciedad.

  • Demasiada humedad: especialmente dañina para pisos de madera o laminados.

  • Técnica incorrecta: como no secar después o pasar la fregona en círculos.

El vinagre ayuda a evitar las rayas porque corta la grasa y disuelve los minerales del agua. Pero si se usa muy fuerte—o en el suelo equivocado—puede desgastar o dañar. El bicarbonato es un abrasivo suave, perfecto para manchas… pero no en cualquier superficie.



Cómo limpiar cada tipo de suelo con ingredientes naturales

Vamos a ver cada tipo de suelo por separado. Primero explicamos los problemas más comunes y después te contamos exactamente qué hacer (y qué no hacer) con vinagre y bicarbonato.

Baldosas y suelos cerámicos

Este tipo de suelo es de los más fáciles de limpiar con productos naturales. Son resistentes, toleran el calor y normalmente tienen un esmalte que aguanta bien los ácidos como el vinagre.

Problemas comunes:

  • Grasa en la cocina

  • Juntas sucias

  • Restos pegajosos de zapatos o comida

Recomendaciones:

  • Usa vinagre con agua para la limpieza diaria.

  • Aplica bicarbonato solo en juntas o manchas puntuales.

  • Evita mojar demasiado y pasa la fregona en líneas rectas para evitar rayas.

Es el tipo de suelo ideal para usar vinagre y bicarbonato juntos, especialmente en zonas de alto tráfico como la entrada o la cocina.


Porcelanato (sobre todo si es brillante)

El porcelanato es duro y no poroso, pero si tiene acabado brillante, tiende a mostrar rayas, gotas o manchas con facilidad. El vinagre funciona, pero debe estar muy diluido. El bicarbonato directo puede opacar el brillo.

Problemas comunes:

  • Marcas de agua

  • Restos de jabón (en baños)

  • Pérdida de brillo

Recomendaciones:

  • Usa una mezcla muy suave de vinagre (¼ taza en 2 litros de agua).

  • No uses bicarbonato directo, solo si está bien disuelto y en zonas opacas.

  • Siempre seca con un trapo de microfibra limpio para evitar manchas.


Suelo laminado (tipo flotante)

Este suelo se ve como madera, pero está hecho de fibras comprimidas con una lámina decorativa encima. Es muy sensible a la humedad y a los productos abrasivos.

Problemas comunes:

  • Rayas después de pasar la fregona

  • Daños por exceso de agua

  • Apariencia opaca

Recomendaciones:

  • Usa vinagre muy diluido con muy poca agua.

  • Nunca eches el líquido directo al suelo.

  • No uses bicarbonato, ni siquiera en pasta.

  • Siempre seca con un trapo o mopa al terminar.

Este tipo de suelo es el que menos humedad tolera—cuanto más seco, mejor.


Suelo de vinilo o PVC

Muy común en cocinas y baños por ser impermeable y fácil de mantener. Aun así, puede acumular grasa y perder el brillo si se limpia mal.

Problemas comunes:

  • Grasa cerca de la estufa o el fregadero

  • Restos pegajosos

  • Rayones o pérdida de brillo

Recomendaciones:

  • El vinagre funciona muy bien aquí.

  • Puedes usar bicarbonato, pero solo si está bien disuelto (nunca espolvoreado).

  • Agrega unas gotas de aceite esencial o un chorrito de suavizante natural si quieres más brillo.

Este suelo es muy agradecido con la limpieza natural, pero no necesita productos agresivos.


Suelo de madera barnizada o sellada

Muy bonito, pero delicado. Tolera un poco de vinagre si está bien diluido, pero hay que tener mucho cuidado con el exceso de agua y nunca usar bicarbonato.

Problemas comunes:

  • Manchas de agua o pérdida de brillo

  • Rayones

  • Reacción a productos fuertes

Recomendaciones:

  • Usa solo 1 cucharadita de vinagre por cada litro de agua.

  • Aplica con fregona bien escurrida, casi seca.

  • Nunca uses bicarbonato.

  • Seca siempre al terminar.

No hace falta limpiar estos suelos en profundidad con frecuencia—con mantenimiento suave es suficiente.


Madera sin tratar, mármol o piedra natural

Estos son los únicos tipos de suelo donde está prohibido usar vinagre o bicarbonato.

¿Por qué no?

  • El vinagre es ácido y puede desgastar el mármol o manchar la madera sin sellar.

  • El bicarbonato puede rayar la superficie.

  • Incluso diluidos, pueden causar daños irreversibles.

Qué hacer en su lugar:

  • Usa jabón neutro (como de castilla o marsella) y agua tibia.

  • Siempre prueba en una esquina primero.

  • No empapes el suelo y seca bien al terminar.



Recetas y métodos para limpiar el suelo con productos naturales

Ahora que ya sabes qué método usar según el tipo de suelo que tengas, pasamos a las recetas e instrucciones paso a paso. Cada una se puede adaptar según el material—solo sigue las indicaciones específicas para evitar rayas o daños.

Método 1: Vinagre con agua (para la limpieza diaria)

Esta es la mezcla más simple y útil para el día a día. Elimina grasa ligera, olores, huellas y deja el suelo con aspecto limpio sin mucho esfuerzo.

Ingredientes:

  • ½ taza de vinagre blanco (120 ml)

  • 1 litro de agua caliente

  • (Opcional) 5–10 gotas de aceite esencial (limón, lavanda o menta)

Instrucciones:

  1. Mezcla todo en un cubo.

  2. Sumerge la fregona y escúrrela bien—debe quedar húmeda, no empapada.

  3. Pasa la fregona en líneas rectas, no en círculos.

  4. Enjuaga la fregona a menudo en agua limpia.

  5. Seca con un trapo de microfibra si notas que el suelo deja marcas.

Ideal para:
✅ Baldosas, vinilo, piedra sellada, laminado (muy diluido)
❌ No usar en mármol, madera sin tratar, piedra natural


Método 2: Bicarbonato con vinagre (para manchas difíciles y juntas sucias)

Este método es más puntual que general. La reacción entre el vinagre y el bicarbonato ayuda a despegar suciedad acumulada, grasa y restos en zonas complicadas.

Ingredientes:

  • Bicarbonato (cantidad necesaria)

  • Vinagre blanco en un atomizador

  • Cepillo o cepillo de dientes viejo

  • Agua tibia y un paño para enjuagar

Instrucciones:

  1. Espolvorea bicarbonato en la zona sucia (juntas, esquinas, manchas pegadas).

  2. Rocía vinagre hasta que haga efervescencia.

  3. Deja actuar 5–10 minutos.

  4. Frota suavemente.

  5. Limpia con un paño húmedo.

Ideal para:
✅ Juntas, baldosas cerámicas, porcelanato mate
❌ Evita en madera, superficies brillantes o delicadas


Método 3: Vinagre con jabón natural (para una limpieza más profunda)

A veces se necesita algo más fuerte, sobre todo en cocinas o zonas con mucho tránsito. Un poco de jabón suave ayuda a cortar la grasa sin dañar el suelo.

Ingredientes:

  • ¼ taza de vinagre blanco (60 ml)

  • 1 cucharadita de jabón natural líquido (como de castilla)

  • 1 litro de agua tibia

Instrucciones:

  1. Mezcla todos los ingredientes en un cubo.

  2. Pasa la fregona bien escurrida.

  3. Enjuágala a menudo.

  4. En suelos brillantes o delicados, seca al final con un trapo limpio.

Ideal para:
✅ Baldosas, vinilo, porcelanato
❌ No recomendable para laminado, madera sin tratar o suelos muy sensibles


Método 4: Fregasuelos casero con vinagre y bicarbonato

Este método sirve como una limpieza “a fondo” para cuando el suelo está muy sucio o con mal olor. No se recomienda usarlo todos los días, solo cada tanto.

Ingredientes:

  • ½ taza de vinagre (120 ml)

  • 1 cucharada de bicarbonato (15 g)

  • 1 litro de agua caliente

  • Opcional: 5 gotas de aceite esencial

Instrucciones:

  1. Disuelve el bicarbonato en el agua caliente primero.

  2. Agrega el vinagre poco a poco (hará burbujas).

  3. Remueve suavemente y espera a que baje la espuma.

  4. Usa la fregona bien escurrida para limpiar.

  5. Enjuaga la fregona con frecuencia y seca si es necesario.

Ideal para:
✅ Baldosas, vinilo, pisos de cocina
❌ No usar en madera, laminado, piedra ni superficies brillantes


Cómo evitar que la fregona deje el suelo peor

Aunque uses la mezcla perfecta, si la fregona está sucia, vieja o húmeda de más, no va a funcionar bien. Aquí van algunos trucos para no estropear el resultado:

  • Enjuaga la fregona entre una habitación y otra

  • Cambia el agua cuando se vea sucia o turbia

  • Una vez por semana, déjala en remojo con ½ taza de vinagre en agua caliente

  • Déjala secar completamente al aire

  • Cámbiala cada cierto tiempo—las mopas también tienen fecha de caducidad


Resumen: claves para limpiar sin rayas

  • Escurre siempre muy bien la fregona

  • Usa agua destilada si la del grifo tiene muchos minerales

  • Pasa la fregona en líneas rectas

  • Seca con trapo si es necesario (especialmente en suelos brillantes)

  • Nunca mezcles vinagre con lejía u otros productos químicos

  • No uses bicarbonato en superficies sensibles al rayado


Pensamientos finales

Limpiar con productos naturales es simple… pero no es igual para todos los suelos. El vinagre y el bicarbonato son súper eficaces si los usas con cabeza, pero cada tipo de superficie tiene su propio cuidado.

Si vas a limpiar el suelo con estos ingredientes:

  • Quédate con las baldosas, el vinilo o superficies selladas

  • Ajusta la receta y la cantidad de agua según el tipo de piso

  • Haz siempre una prueba en una esquina

  • No tengas miedo de secar a mano si quieres un acabado impecable

Cuando ya sabes qué usar, dónde y cómo… no hay comparación. Ahorras dinero, evitas químicos agresivos y dejas tu casa brillante y saludable.

Y lo mejor de todo: funciona.