Para mantener un cierto nivel de higiene dentro de la ducha puedes optar por una solución natural muy eficaz.

Limpiar e higienizar adecuadamente tu hogar es sin duda una actividad que se debe realizar con bastante frecuencia para poder vivir en un ambiente saludable. Además, recibir a los huéspedes con un hogar siempre perfecto, ordenado y fragante es sin duda un objetivo al que muchos aspiran. Sin embargo, hay zonas de la casa donde la limpieza normal no es suficiente y es necesario profundizar más para eliminar todo rastro de suciedad, polvo, moho, etc. Por poner un ejemplo, higienizar el baño requiere sin duda un mayor esfuerzo que otras estancias. En el baño, de hecho, el nivel de humedad es mayor y no es raro que con el tiempo se formen incrustaciones y moho en algunos rincones.

Ducha siempre limpia con este método: no más moho y cal

Muy a menudo, la suciedad y la cal afectan a la ducha , una de las zonas donde más se concentra la humedad del baño. El sueño de todo el mundo es tener una ducha como la que ves en las películas y series de televisión, siempre luminosa, limpia y reluciente.

Desgraciadamente nos enfrentamos a una realidad muy diferente, ya que muchas veces nos vemos obligados a limpiar a fondo la ducha porque se forman anillos de suciedad, moho y cal.

La frustración surge cuando nos damos cuenta de que incluso después de haber limpiado cuidadosamente cada rincón de la ducha, todavía nos encontramos donde empezamos. Para resumir, llegamos a un punto en el que higienizar la ducha hoy da pocos resultados , a veces incluso nulos.

La responsabilidad de esta suciedad que aparece en la ducha se puede atribuir sobre todo a la espuma de jabón , que genera rayas en los azulejos de la ducha y también en la propia puerta de cristal de la ducha.

Afortunadamente, existen soluciones para combatir esta suciedad incluso cuando la cantidad parece muy elevada. Todo lo que necesitamos son dos ingredientes que se encuentran a menudo en casa: vinagre y detergente para platos .

Cogemos un pulverizador y echamos dentro el vinagre y el agua a partes iguales, de forma que llenemos el recipiente. Una vez realizado este paso, vamos a añadir a la mezcla varias cucharadas de líquido lavavajillas , mezclando después todo para facilitar la mezcla.

Con vinagre y líquido lavavajillas volverá a brillar

Una vez hecho esto ya podemos ir a aprovechar esta solución tan eficaz para limpiar nuestra ducha al detalle. Con el pulverizador vamos a rociar una buena cantidad del líquido sobre las mamparas de la ducha y también sobre los azulejos.

Una vez finalizada la pulverización debemos proceder ahora a retirar la suciedad. Cogemos una esponja suave y comenzamos a pasarla por donde pulverizamos la solución.

El detergente para platos tiene una conocida función desengrasante, mientras que el vinagre se suele utilizar para desinfectar. La combinación de estos dos elementos conseguirá que las manchas y marcas se eliminen fácilmente pasando la esponja.

Repitiendo esta operación con cierta frecuencia ya no tendremos que lidiar con moho, suciedad y cal en nuestra ducha .