¿Cómo cultivar jengibre en casa?
Originario de Asia, el jengibre es una planta herbácea rica en vitaminas y minerales. Su sabor picante es ideal para realzar el sabor de los platos y darles sabor. Fría, esta planta tropical perenne necesita un calor mínimo de 10°C. Por eso es preferible cultivar este rizoma en maceta. Dicho esto, aprende a cultivar jengibre con éxito para obtener una cosecha abundante.
El jengibre es una planta vegetal, pero también un condimento. Utilizado para dar sabor a los platos, gracias a su sabor picante, este rizoma también tiene propiedades medicinales. Para aprovechar los beneficios del jengibre y obtener una cosecha orgánica y abundante, es importante cultivar con éxito esta planta asiática.
¿Cómo cultivar jengibre con éxito y obtener una cosecha abundante?
Para cultivar jengibre necesitarás rizomas, no semillas, ya que el jengibre no produce ninguna. El rizoma es un tallo subterráneo que lleva raíces y tallos aéreos. Para obtener una cosecha orgánica, es importante elegir rizomas orgánicos, que puedes encontrar en las tiendas naturistas. Estos no han sido tratados y, por lo tanto, pueden germinar fácilmente. Estas raíces para plantar también deben ser vigorosas y no marchitas ni atrofiadas. Además, elija rizomas que contengan múltiples crecimientos. Tu cosecha será más generosa.
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Para cultivar jengibre en maceta, es importante elegir un recipiente grande que también sea profundo, para favorecer el desarrollo de las raíces. Puedes optar por una jardinera, por ejemplo, para acomodar hasta 3 rizomas de jengibre por contenedor. Para promover el drenaje y evitar la pudrición de la raíz, coloque guijarros de arcilla en el fondo de la maceta. Luego llene 3/4 de la maceta con una mezcla de 2/3 de tierra para macetas y 1/3 de arena de río, luego aplaste ligeramente. Plante el rizoma plano, sin empujarlo completamente hacia el suelo. Parte del rizoma debe permanecer visible. Luego regar, con cuidado de no dejar agua estancada en el platillo.
Después de plantar el jengibre, mantenga la maceta en una habitación soleada y cálida, evitando la exposición a la luz solar directa. Tenga en cuenta que el jengibre es una planta tropical a la que le gusta el calor alrededor de los 25°C y la humedad constante. Se recomienda un riego moderado si su jengibre aún no ha desarrollado sus raíces, ya que el más mínimo exceso podría causar que su planta se pudra. Espera a que aparezcan las primeras hojas y se levanten los tallos para regar la tierra con más asiduidad. De hecho, no debe permanecer seco. Sin embargo, evite el agua estancada en el platillo o la olla.
El jengibre cultivado en interiores puede ser propenso al ataque de insectos escamosos. Para evitarlo, es recomendable airear tu planta con la mayor frecuencia posible, siempre que no haga frío. Para ello, deja tu maceta unas horas en el jardín o en la terraza, sobre todo en verano cuando no hace frío. En caso de ataque de cochinilla, empapa un algodón en alcohol y pásalo por el follaje.
¿Cuándo cosechar jengibre?
El jengibre se puede cosechar 9-10 meses después de la siembra. Si nota que las partes verdes de la planta comienzan a secarse, puede desenterrar los rizomas para el consumo. Para obtener un jengibre con un sabor más alimonado, recuerda cosecharlo después de solo 6 meses de plantado.
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También puedes fragmentar los rizomas cosechados para plantarlos y obtener una nueva cosecha. Sin embargo, asegúrese de que cada fragmento de rizoma contenga al menos una yema.
Dicho esto, respetando las necesidades y requisitos del jengibre, lograrás cultivar esta planta de condimentos y obtendrás una cosecha generosa, incluso sin tener un dedo verde.
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