El romero es conocido como condimento para alimentos, sin embargo, también es una de las plantas aromáticas con mayores propiedades medicinales, principalmente cuando se trata de su aceite esencial. Sin embargo, en ocasiones puede resultar complicado encontrarlo; por eso, aquí te contamos cómo hacer aceite de romero casero en solo 3 sencillos pasos.

El aceite de romero contiene los componentes centrales de la planta y es tan popular en la medicina tradicional que ahora, los científicos están investigando sus posibles beneficios para la salud. Y aunque los estudios aún no son concluyentes, se ha determinado que este aceite puede traer ciertos beneficios para el organismo.

Por ejemplo, algunas investigaciones indican que inhalar aceite de romero ayuda a mejorar la función cerebral pues previene la descomposición de acetilcolina, una sustancia del cerebro para el pensamiento, la concentración y la memoria.

Además, estimula el crecimiento del cabello y combate la alopecia androgenética (un tipo de calvicie que afecta más a hombres); ayuda a aliviar el dolor al funcionar como analgésico suave; olerlo puede aliviar el estrés y reducir la fatiga; y masajearte las manos y pies con este aceite, puede ayudar a mejorar la circulación.

Ingredientes:

  • 3 ramas de romero fresco
  • Aceite de oliva o de jojoba
  • Frasco de vidrio (de preferencia con tapa)

¿Cómo hacer aceite de romero en casa?

  1. Lava y seca bien el frasco y las ramitas de romero.
  2. Coloca las ramas dentro del frasco o envase y rellena con el aceite (de oliva o jojoba).
  3. Tapa el frasco y guárdalo en un lugar oscuro, fresco y sin humedad durante 3 meses. Te recomiendo anotar sobre el frasquito la fecha en que lo elaboraste, para que puedas saber cuándo se cumplen esos 3 meses y una vez transcurrido el tiempo, puedas comenzar a usarlo.

El aceite de romero se puede usar para inhalar sosteniendo el frasco cerca de la cara (o aplicando algunas gotas en un pañuelo de papel) o aplicar algunas gotitas sobre la piel y después masajear.