• Jason es un experto en tecnología, emprendedor y defensor de la vida sostenible. Con una Maestría en Nutrición de la Universidad de Connecticut, ha publicado investigaciones sobre pérdida de peso y reducción del colesterol. Ahora vive en una pequeña granja con su esposa, Heidi, donde cultiva sus propios alimentos, cría gallinas y comparte su pasión por la autosuficiencia, el diseño del hogar y la vida sostenible en Trucos de Bricolaje.

Ahorra agua, reduce tu factura y soluciona ese inodoro molesto con unos sencillos pasos.

Escuchar ese sonido constante de agua corriendo en el baño puede volverte loco. Pero además de ser molesto, un inodoro que no deja de correr puede desperdiciar cientos de litros de agua al día, lo que se refleja directamente en tu factura. Mucha gente piensa que arreglarlo es complicado o que siempre hace falta llamar a un plomero. La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, reparar un inodoro que corre es algo que cualquiera puede hacer en casa, sin herramientas complicadas y gastando muy poco.
Con solo identificar el problema correcto y seguir algunos pasos sencillos, puedes detener el escape de agua y recuperar la tranquilidad en tu hogar. En esta guía, te explicamos las causas más comunes de un inodoro que no deja de correr, cómo solucionarlas tú mismo, y qué hacer para evitar que vuelva a pasar. ¡Toma un par de guantes si quieres, y vamos a empezar!


1. Cierra el paso de agua

Herramientas necesarias: Ninguna

Antes de tocar cualquier cosa dentro del tanque, lo primero que debes hacer es cortar el paso de agua. Así evitarás derrames o accidentes mientras trabajas. Busca la válvula de cierre, que generalmente está ubicada detrás del inodoro, cerca del suelo. Es una pequeña manija o perilla.
Gírala en sentido de las agujas del reloj (hacia la derecha) hasta que el agua deje de fluir. Luego, tira de la cadena para vaciar el tanque lo más posible. Puede que quede un poco de agua en el fondo, pero no pasa nada.
Si la válvula está dura, puedes ayudarte de un trapo seco para hacer más fuerza sin dañar nada, pero no apliques demasiada presión si no gira fácilmente. Una válvula rota es un problema mucho más grande.
Ahora que has cerrado el agua y el tanque está casi vacío, ya puedes inspeccionar con calma y empezar a solucionar el problema. Este pequeño paso es la clave para trabajar tranquilo y sin ensuciar.


2. Revisa y cambia el tapón de goma

Herramientas necesarias: Repuesto de tapón de goma (si hace falta), guantes (opcional)

El tapón de goma, conocido como flapper, es una pieza flexible que tapa el orificio de descarga en el fondo del tanque. Su función es evitar que el agua pase constantemente al inodoro. Con el tiempo, este tapón se desgasta, se endurece o se deforma, dejando escapar el agua de manera continua.
Para revisarlo, desengancha la cadena que lo conecta a la palanca de descarga y retíralo con cuidado. Observa si presenta grietas, si está doblado o si se siente muy rígido al tacto.
Si ves que está dañado, simplemente reemplázalo. Estos tapones son económicos y fáciles de encontrar en ferreterías. Para instalar uno nuevo, solo tienes que engancharlo de nuevo en los soportes laterales de la válvula de descarga y conectar la cadena al brazo de la palanca.
Consejo importante: asegúrate de que la cadena tenga una ligera holgura. Si queda demasiado tensa o demasiado suelta, el tapón no cerrará bien.
Un tapón nuevo y bien colocado puede solucionar el problema por completo, pero si no es así, seguimos.

3. Ajusta o cambia la cadena

Herramientas necesarias: Ninguna (quizás tijeras pequeñas si necesitas recortar)

La cadena dentro del tanque es pequeña, pero su impacto es grande. Si la cadena está demasiado corta, el tapón de goma no puede cerrarse bien. Si es demasiado larga, puede enredarse o quedar atrapada debajo del tapón, impidiendo que selle correctamente.
Abre el tanque y observa la cadena. Idealmente, debería tener un poco de juego: ni tan tirante que levante el tapón, ni tan floja que se enrede.
Si ves que está enredada, simplemente desenrédala y vuelve a engancharla correctamente. Si ves que sobra mucha cadena, puedes cortar el exceso con unas tijeras y volver a engancharla más cerca de la palanca.
En cadenas muy viejas o oxidadas, conviene reemplazarlas directamente. Son baratas y vienen en kits universales.
Ajustar o cambiar la cadena es un arreglo rápido que muchas veces soluciona el problema. Pero si después de hacerlo el agua sigue corriendo, toca revisar otra parte importante: la válvula de llenado.


4. Inspecciona y ajusta la válvula de llenado

Herramientas necesarias: Llave ajustable, kit de válvula nueva (si hace falta)

La válvula de llenado controla cuánto agua entra en el tanque después de cada descarga. Si está mal ajustada o dañada, puede hacer que el nivel de agua suba demasiado y rebose por el tubo de desbordamiento, provocando que el inodoro no deje de correr.
Primero, observa el nivel del agua dentro del tanque. Debería quedar unos 2–3 cm por debajo del borde del tubo de desbordamiento. Si llega hasta arriba, es necesario ajustar el flotador.
Según el modelo de tu inodoro:

  • Si tiene un flotador tipo copa, ajusta el clip y baja ligeramente el flotador.

  • Si tiene una boya redonda tradicional, gira el tornillo de ajuste para bajar el nivel.
    Si haces el ajuste y el problema persiste, la válvula puede estar dañada y necesitar reemplazo. Cambiarla es sencillo: cierra el agua, desconecta la manguera de entrada debajo del tanque, saca la válvula vieja y coloca la nueva siguiendo las instrucciones del kit.
    Es un arreglo económico y evita problemas de fugas mucho más grandes a futuro.


5. Prueba tu reparación

Herramientas necesarias: Cubeta, toalla

¡Momento de la verdad! Abre la válvula de paso girándola en sentido contrario a las agujas del reloj. Deja que el tanque se llene completamente.
Escucha con atención: si todo está bien, no deberías oír ningún sonido de agua corriendo después de que se detenga el llenado.
Haz una descarga de prueba:

  • ¿El tanque se llena bien sin rebosar?

  • ¿El tapón de goma cierra herméticamente?

  • ¿No ves flujo continuo hacia el inodoro?
    Si notas que todo funciona de manera correcta, ¡lo lograste!
    Ten a mano una toalla por si detectas alguna pequeña filtración donde reconectaste la manguera, aunque si todo está bien instalado, no debería haber fugas.
    Probar después de cada reparación asegura que no haya problemas ocultos y te da la tranquilidad de saber que todo quedó en orden.


Pensamientos Finales

Arreglar un inodoro que no deja de correr puede parecer complicado, pero como viste, es un trabajo sencillo que cualquiera puede hacer en casa con un poco de paciencia. Además de eliminar ese molesto ruido de fondo, evitas desperdiciar litros de agua al día y reduces significativamente tu factura mensual.
Con un gasto mínimo en piezas de repuesto y unos pocos minutos de trabajo, puedes lograr una reparación que te ahorra dinero y futuras molestias.
Lo mejor es que cada vez que enfrentes un problema parecido, tendrás la confianza de saber qué revisar y cómo solucionarlo.
Recuerda también que un mantenimiento preventivo cada seis meses —como ajustar el flotador o cambiar el tapón de goma cuando empieza a deteriorarse— puede mantener tu inodoro funcionando como nuevo durante muchos años.
La próxima vez que escuches ese sonido de agua constante, no tendrás que entrar en pánico. ¡Sabrás exactamente qué hacer, y todo gracias a tu propio ingenio!