La calle más estrecha de Milán, a pocos pasos del centro: dónde se esconde
¿Sabías que la calle más estrecha de Milán se encuentra no lejos del Duomo? Descubre dónde está y por qué es tan particular.
Además de ser la calle más estrecha de Milán, la calle en cuestión también se considera la más aterradora. Apostamos que hemos despertado tu curiosidad. Sigue leyendo.
La calle más estrecha de Milán existe: aquí está
No muy lejos de Via Torino, una zona muy céntrica llena de tiendas y discotecas, se encuentra la calle más estrecha de Milán que lleva el nombre de Via Bagnera . Por lo tanto, no se trata de un callejón de mala muerte en las afueras, sino más bien de un lugar cerca del animado y vibrante centro. La calle más estrecha de Milán es a veces gris y otras muy colorida debido al arte callejero que salpica las paredes. Via Bagnera, además de ser considerada la más estrecha de la capital milanesa, lamentablemente ha destacado por algunos récords.
Debido a su reducido tamaño, por Bagnera no pasan coches ni otros vehículos. De hecho, fue construido en 1800 y ha sobrevivido ileso hasta nuestros días ya que fue salvado por el urbanismo moderno y sus transformaciones. Tanto de día como de noche está mal iluminado: durante el día porque el sol tiene dificultades para filtrarse, por la noche hay pocas farolas . En concreto, si os interesa buscarla, dado que la vía Torino es larga, hay que ir entre la vía Santa Marta y la vía Nerino.
Via Bagnera debe su nombre a que, en la época romana, allí se encontraban unos baños públicos. Hoy los milaneses se refieren a esta calle simplemente como la estrecha.
Porque es tan especial
En 1818, Antonio Boggia se trasladó a la calle más estrecha de Milán, procedente de la provincia de Como. El hombre era fogonero y tenía un almacén debajo de su casa. Era un hombre corriente, silencioso e incluso religiosamente observante. Nadie podría jamás sospechar de su naturaleza.
A partir de ahí, desde 1849 comenzó a realizar varios asesinatos, matando a 4 personas. Los cuerpos fueron encontrados en su sótano. Sólo se descubrió su último asesinato, lo que le llevó a ser castigado: la horca. Corría el año 1861 y aquella fue la última ejecución pública que tuvo lugar en Milán. Una fecha histórica que puso fin a los ahorcamientos en la plaza.
Precisamente en recuerdo de aquellas víctimas que fueron asesinadas en la calle, caminar hoy por ella inspira cierta emoción. Es más, el hombre que cometió aquellos asesinatos es hoy considerado el monstruo de Milán . También se cree que el alma de una de las víctimas, en forma de fantasma, sigue vagando por la calle. ¿Leyenda o realidad? Los más valientes podrán descubrirlo aventurándose en via Bagnera.