Seis trucos caseros para limpiar la vitrocerámica y dejarla como nueva

Seis trucos caseros para limpiar la vitrocerámica y dejarla como nueva

Mantener la placa reluciente y sin rayones no es tan complicado si utilizas ciertos productos de limpieza

Seis trucos caseros para limpiar la vitrocerámica.

Son muchas las personas que disfrutan detrás de los fogones; mientras cocinan liberan su creatividad y vierten todo su cariño en el manjar que preparan. No obstante, después de hacer la comida toca limpiar todos los utensilios utilizados y los espacios que se han ensuciado. Y, esta tarea, suele dar pereza. Mucha.

La llegada de la vitrocerámica a nuestras vidas fue maravillosa ya que es mucho más cómoda de limpiar y además de ser más segura, ahorra más energía que los fogones. Pero mantenerla limpia y brillante, no siempre es sencillo, especialmente si se ha quemado o derramado algo.

A la hora de dejar la vitrocerámica como nueva existen algunos trucos que pueden facilitarnos esta tediosa tarea. ¡Apunta!

No utilices el estropajo

Para retirar los restos de comida o de producto para limpiar, no utilices nunca un estropajo ya que podría rayar la superficie de la vitrocerámica. Hazte con una bayeta ecológica o, en su defecto, con papel de cocina. Además, la rasqueta es indispensable para el mantenimiento y limpieza de este electrodoméstico. Con poco esfuerzo te desharás de residuos y manchas y evitarás cualquier rayón.

Vinagre para sacarle brillo

El vinagre es uno de los productos naturales con más propiedades para la limpieza que tenemos nuestro alcance. También se convierte en un potente abrillantador para superficies como la de la vitrocerámica. Aplícalo con una bayeta o paño suave para evitar cualquier arañazo.

Pasta de dientes para mejorar su aspecto

Si tu vitro está raspada, puedes darle una mejor apariencia aplicándole pasta de dientes. Coloca el dentífrico encima de un paño y frota la superficie rayada. Verás cómo desaparecen los rayones ¡y tu vitrocerámica brillará como nueva!

Limón para las manchas más difíciles

Si hay una mancha resistente que quiere instalarse de forma permanente en la vitro, unas gotitas de limón te ayudarán a deshacerla. Después de mojar con el cítrico, deja reposar dos o tres minutos para que se ablande, y a continuación pasa la rasqueta para eliminar los restos.

Hielo para desincrustar

Pese a que estás ‘dale que te pego’ con la rasqueta, esa mancha se resiste. No te rindas: un cubito de hielo podrá eliminarla. Pásalo por encima de la mancha durante un minuto y después repasa con la rasqueta. La suciedad desaparecerá.

Bicarbonato de sodio contra las quemaduras

Mezcla dos cucharadas de bicarbonato de sodio con 10 cl de agua y expande la pasta por encima de la vitrocerámica. Échale un chorro de vinagre por encima y déjalo reposar 5 minutos. A continuación, retira con una bayeta y comprobarás que ya no quedan restos de suciedad.

Con estos sencillos trucos caseros con elementos que todos tenemos en casa, tu vitrocerámica lucirá más brillante, nueva y limpia y sin utilizar productos abrasivos que puedan dañar tu placa o tener consecuencias en tu piel.

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