Cómo cuidar un limonero

Tener un limonero en casa te permitirá poder disfrutar de sus frutos, y de su aroma.

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Tener un limonero en casa te servirá para tener a mano una de las frutas más utilizadas en nuestra cocina, sobre todo como condimento, y como no, para llenar toda la terraza o jardín con un aroma especial. Veamos entonces una guía de pasos para que sepas cómo cuidar un limonero de manera fácil.

Tener un árbol limonero en el jardín o en nuestra terraza es algo que podemos conseguir de manera fácil a partir de un solo limón del que aprovechar sus semillas, pero además has de saber que para cultivar y cuidar un limonero no es necesario plantarlo directamente en el suelo, sino que también lo podemos hacer crecer desde una maceta, de modo que incluso podéis plantearos tenerlo en el balcón de casa. Veamos entonces cómo hacer esto y cómo cuidar un limonero.

Cómo cuidar un limonero

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  1. Si desea un buen árbol de limón en casa, no necesitas comprarlo, puedes comenzar a plantar semillas de limón. Hazlo en una maceta de 30 cm de diámetro con un suelo rico en nutrientes vegetales y minerales. Una vez que el suelo esté preparado, siembra una semilla y riega con agua regularmente, esperando que la planta brote. Dependiendo de la temperatura exterior, tomará de 4 a 6 semanas para que esto suceda. Una vez que alcance la altura de 15-20 cm, será el momento de replantarla.
  2. Los limones necesitan aire ligero y húmedo para evitar que las hojas se sequen. Es recomendable entonces colocarlos en un lugar fuera de casa donde puedan recibir la luz solar durante el mayor tiempo posible y, especialmente durante el verano, asegúrate de que la planta esté expuesta a la luz durante al menos 6-8 horas al día. La planta también debe estar protegida del viento y corrientes de aire. Para esto es preferible colocarla cerca de las paredes exteriores de la casa, a lo largo de los lados soleados.
  3. Cuando llegue el invierno y haga frío, es bueno proteger la planta para protegerla de las heladas. Puedes ponerlo bajo un dosel o cerrarlo en un invernadero real. Sin embargo, será bueno exponerlo al sur, para que tome la mayor cantidad de luz posible. Evita que esté en un interior seco y calentado ya que la humedad es necesaria para esta planta. Las plantas jóvenes sin embargo, se pueden colocar dentro de casa o en la entrada, pero procurando que estén en lugar donde la temperatura nunca caiga por debajo de 12°C . Otra forma de proteger los limones es colocarles cubiertas de lona apropiadas.
  4. El cuidado de tu limonero pasará también por un buen proceso de fertilización. En este sentido serán necesarios el nitrógeno, fósforo y potasio (que de hecho son buenos para la salud de cualquier cítrico). La fertilización es crucial en un momento en que los frutos maduran, y de manera regular en otros momentos del año y sobre todo en primavera. Por lo tanto, los fertilizantes deben contener los elementos esenciales que necesita esta planta y asociar los compuestos de origen animal o vegetal con los de origen mineral, como hierro, zinc, cobre, manganeso y molibdeno. Además, también puedes usar tu propio compost para fertilizar las plantas, pero no debe ser más del 10% del total.
  5. Ocasionalmente, la planta del limón necesitará ser replantada en un recipiente más grande que permita el desarrollo de las raíces y, en consecuencia, de la planta. La replantación, además, es importante porque también implica un cambio de terreno, que es más fresco y esté lleno de nutrientes que sean buenos para el desarrollo de la planta. El mejor momento para replantar es hacia finales de primavera y principios de verano: en junio. Si la planta es joven, la operación debe repetirse cada dos o tres años ; Si es adulta, está bien hacerlo cada cuatro. No compre macetas excesivamente grandes, lo mejor es que sean de 70/80 cm de diámetro. Es absolutamente desaconsejable el uso de macetas de plástico, mientras que las más recomendables serán las de piedra o terracota.
  6. En cuanto a la poda, el limonero se puede podar solo una vez al año, antes de la floración. Entonces, el momento ideal para hacerlo es a finales del invierno y principios de la primavera, entre febrero y marzo. Es bueno hacer una poda no vigorosa, pero simplemente adelgaza las ramas, eliminando las que tengan partes dobladas y/o secas. Lo importante es que, al final de la poda, el aire y la luz circulen por todos los lados.
  7. En lo que respecta al riego. El limón es un tipo de planta que se debe regar regularmente, pero evitando la formación de agua estancada. Para ello riega la planta todos los días, asegurándote de que la tierra esté siempre húmeda, pero sin exagerar. Durante el período de floración y formación de frutos, deberás aumentar la intensidad del riego, ya que la planta necesitará más agua. ¿Cómo entender si el limón se ha mojado muy poco? Con la presencia de hojas amarillas: este fenómeno indica agua insuficiente, por lo tanto, ajusta en consecuencia.
  8. Para obtener más flores y frutas, es recomendable realizar un injerto. La primavera es el mejor momento para hacerlo. Sin embargo, si no tienes experiencia en jardinería, el consejo es llevar tu limón a un jardín o a su florista de confianza: si deseas hacer implante es mejor que lo haga un experto antes que por un descuido acabemos matando la planta.
  9. Por último tenemos que hablar de plagas que evitar, y en lo que respecta al parásito más insidioso para un limonero, hay que mencionar los hongos, que podrían dejar sus ramas y hojas secas y amarillas. Para salvar la planta es necesario podar las ramas y eliminar las hojas enfermas. Luego hay otro tipo de hongo que golpea la corteza del árbol de limón, generando formaciones gomosas oscuras que se extienden hasta las raíces haciéndolas que se pudran. Para eliminarlos tienes que eliminar las partes de la corteza enferma y, sobre las heridas, colocar algunas sales de cobre. Para vencer a las chinches, sin embargo, debes eliminar la pátina que se crea en las ramas y pasar alcohol con una bola de algodón.