Lo primero que hay que tener en cuenta es el estado de la lavadora

 

Imagen de ropa blanca sumergida en agua con detergente
Aunque la mayor parte de las veces las prendas de ropa recién lavada despiden buen olor, en ocasiones esto puede cambiar si no seguimos una serie de indicaciones importantes que eviten la permanencia de bacterias en la ropa. Las causas son muchas y variadas, no obstante.
Para evitar olores desagradables en la ropa recién sacada de la lavadora conviene valorar y aplicar ciertos consejos para que la suavidad, el buen olor y la limpieza sean las notas dominantes tras una colada.
Para ello, lo primero que hay que tener en cuenta es el estado de la lavadora. A veces, un mal mantenimiento y una limpieza poco frecuente puede hacer que las bacterias se acumulen dentro de la lavadora, cosa que influye en la eficacia del lavado y puede dar lugar a malos olores.En este artículo puedes ver cómo limpiar correctamente la lavadora.
Por otro lado, los productos utilizados para lavar la ropa, como el detergente y el suavizante, deben añadirse en la cantidad suficiente, sobre todo, cuando la ropa está muy sucia. El detergente ayuda a eliminar las bacterias de la ropa y, por tanto, los malos olores. Una cantidad insuficiente puede provocar el efecto contrario.
Además, cuando termina un ciclo de lavado, hay que sacar la ropa mojada de la lavadora cuanto antes y tenderla bien extendida, de tal modo que se seque rápidamente y no se acumule la suciedad y el mal olor. Lo mismo pasa con la propia lavadora, la cual hay que dejar abierta tras el lavado para que se ventile y se seque, evitando que proliferen las bacterias en el interior.
Por último, hay que evitar los programas cortos o ECO con la ropa que esté más sucia, como la ropa deportiva, ya que se necesita una limpieza más en profundidad. Además, se pueden adquirir en el mercado productos desinfectantes para aquellas prendas donde tienda a acumularse mayor suciedad.