El cuarto de baño es una de las estancias de la casa que más higiene requiere, debido a los gérmenes y las bacterias que en ella residen. En su interior, el inodoro acapara gran parte del protagonismo, al acumular más suciedad que el resto de enseres. En este sentido, el mal olor que a veces desprende es uno de los problemas más frecuentes en la limpieza del hogar, que además encuentra su origen en múltiples causas.

El uso reiterado del inodoro no es el único motivo de ese desagradable aroma, también puede estar provocado por la acumulación de moho o depósitos debajo de los accesorios que incluye, como la tapa o el asiento de la taza, que muchas veces pasamos por alto en la limpieza. También puede ser fruto de la presencia de algas en la cisterna o por una fuga de gas procedente del desagüe.

Ante este amplio abanico de situaciones, lo primero es identificar el origen del mal olor para así actuar en consecuencia. No obstante, también puedes recurrir a algunos remedios caseros para eliminar la pestilencia de tu cuarto de baño, al menos hasta que soluciones el problema de raíz.

Por un inodoro fresco y reluciente

Además de recurrir a los productos diseñados específicamente para este cometido y que puedes encontrar en el supermercado, seguro que en casa tienes multitud de ingredientes que pueden cumplir con dicha tarea de manera 100% natural y con los mismos resultados.

Para obtener la mezcla deseada solo necesitas bicarbonato de sodio, vinagre blanco y zumo de limón, y no te olvides de un trapo limpio y húmedo para eliminar después el producto. En primer lugar, junta en un recipiente el bicarbonato y el zumo de limón y remueve hasta crear una masa espesa. Luego úntala en la parte inferior del inodoro, la parte de abajo de la tapa y el resto de zonas que creas que necesitan una limpieza.

Deja que repose durante unos 15-20 minutos, hasta que la pasta esté totalmente seca, para que hagan efecto sus propiedades desinfectantes y antibacterianas. A continuación, rocía esa pasta con vinagre blanco y deja que haga efecto, lo notarás cuando empiece a hacer burbujas. Una vez haya finalizado este efecto, retíralo todo con el trapo húmedo.

Para complementar este truco, también puedes llenar un pulverizador con vinagre  y rociarlo en el interior del inodoro, o crear un ambientador casero con alcohol de limpieza, unas gotas de aceite esencial y un poco de agua. Ve probando todos estos métodos y escoge el que más vaya contigo.