El té es una bebida de infusión preparada a base de las hojas y los brotes de un arbusto del mismo nombre originario de China. Se trata de un ingrediente natural milenario considerado una importante fuente de antioxidantes y flavonoides, sustancias relacionadas con la regeneración celular, el antienvejecimiento, la prevención del cáncer, etc.

El té, junto con el café, es una de las bebidas más populares en todo el mundo. Aunque existen tiendas especializadas donde se pueden comprar las hojas del té, por lo general, la forma más práctica de consumirlo es mediante bolsitas. Una vez utilizadas lo más común es tirarlas a la basura, sin embargo, dentro de ellas todavía hay pequeñas hojas de té que se pueden reutilizar para otras funciones domésticas.

Eliminar malos olores

Uno de los usos más prácticos de las bolsas de té usadas es eliminar malos olores. Así, podemos mezclar la arena para gatos con bolsas de té usadas para que no huela mal el arenero o colocar algunas en el interior de la nevera o en el cubo de la basura. Sin olvidar que también podemos elaborar un ambientador casero con bolsas de té para perfumar nuestra casa o coche.

Las bolsas de té también pueden ser un aliado de higiene personal, ya que podemos utilizarlas para quitar el mal olor de las manos cuando hayamos estado cocinando o utilizar infusiones de té de menta o té verde para realizar enjuagues bucales y eliminar el mal aliento.

Aliviar la piel irritada

Aplicar bolsitas de té frías sobre la piel, es una forma muy eficaz de aliviar las irritaciones que se hayan producido, por ejemplo, tras el afeitado. Mediante un masaje con las bolsitas húmedas podremos reducir visiblemente la inflamación e incluso aliviar el dolor de golpes o moretones.

Abrillantar la madera

Para abrillantar la madera, esparcimos el contenido de las bolsas de té usadas sobre la superficie y frotamos con un paño seco. Enseguida veremos como la madera queda limpia y brillante con una sola pasada.

Desengrasar ollas y sartenes

Las bolsitas de té tienen la capacidad de ablandar y diluir la grasa, por lo que se convierten en un gran aliado a la hora de lavar sartenes y cazuelas. Para ello, llenamos un cubo con agua tibia y colocamos las bolsitas de té usadas. A continuación, dejamos los utensilios en remojo durante una hora para que los taninos del té actúen. Finalmente, lavamos con nuestro detergente habitual y veremos como la suciedad sale más fácilmente.