En el mercado existen infinidad de estropajos, tanto en lo que a colores como formas o texturas se refiere. Cada uno de ellos tiene un uso específico según la zona de la casa donde vayamos a utilizarlo. Si solo conoces el verde, es hora de que te familiarices con otros como el blanco, ya que este modelo puede ayudarte a alargar la vida de muchos de los espacios y objetos de tu casa. A continuación, te damos la explicación.

Seguro que ya conoces el estropajo verde. Se trata del más común de todos. Sus fibras intermedias lo hacen perfecto para limpiar los utensilios y las superficies de la concina. Sin embargo, es un estropajo que no deberías utilizar en superficies delicadas como cristales o baños, por ejemplo, ya que corres el riesgo de rayarlos y dañarlos.

En estos casos, nuestro mejor aliado será el estropajo blanco, el cual también puede ser en ocasiones rosa o de ambos colores.

Máxima delicadeza

Este tipo de estropajo tiene una fibra muy suave que lo hace indicado para superficies delicadas y donde se requiera máximo cuidado, como pueden ser los azulejos, los sanitarios, las duchas, los muebles de acero inoxidable, las cristalerías, etc.

La composición de los estropajos blancos, normalmente en nylon y polímero, suele ser de gran calidad y de alta duración y resistencia al desgaste o rotura, ya que debe exponerse a productos fuertes y desinfectantes como puede ser la lejía que utilizamos para el baño.

Además, al estar fabricado sin abrasivos minerales normalmente para preservar su delicadeza, hace que no raye y que tengan un bajo poder de abrasión y un elevado rendimiento.

En el caso de que el baño que vayamos a limpiar o los azulejos tengan un alto nivel de suciedad, será preferible optar primero por otros consejos de limpieza para acabar en una segunda fase con el uso del estropajo.

Es importante recordar que para un buen mantenimiento de este tipo de estropajo deberemos llevar a cabo los mismos protocolos de limpieza que realizamos con los otros tipos de estropajos tras su uso, para eliminar cualquier resto de suciedad que pudiese quedar, generando la aparición de microorganismos que posteriormente pudiésemos expandir y traspasar a otras zonas.

El mágico

Se trata de un tipo de estropajo blanco conocido en el mercado como mágico con el que podemos limpiar todo tipo de manchas y pintadas de ciertas superficies. Esto es gracias a la espuma de melamina que lo compone, por lo que es abrasivo y se debe tener cuidado para no dañar la zona en la que vayamos a aplicarlo.

Basta con humedecerlo un poco y estará listo para limpiar rodapiés, paredes y otras superficies.