La sartén es uno de los elementos que más utilizamos en la cocina prácticamente a diario. Así, es lógico que con el paso del tiempo se acumule suciedad tanto en la parte exterior como interior. Pues bien, existe un truco casero muy sencillo para dejar las sartenes como nuevas en cuestión de minutos. ¡Toma nota!

Vinagre y bicarbonato – Exterior

¿Sabías que con vinagre y bicarbonato puedes eliminar cualquier pegote de grasa que haya quedado en el exterior de la sartén? Lo primero es espolvorear una o dos cucharadas de bicarbonato de sodio (según el tamaño de la sartén) sobre el culo, hasta cubrirlo por completo. Luego, añade el vinagre por encima.

Tienes que dejar que la solución actúe durante 20 minutos. Una vez transcurrido el tiempo, con un estropajo ligeramente humedecido frota el culo de la sartén con movimientos circulares.

Toda la grasa y suciedad desaparecerá como por arte de magia.

Sal gruesa – Interior

Para limpiar la parte interior de la sartén sólo necesitas un buen puñado de sal gruesa para dejarla impecable. Es tan fácil como cubrir el fondo con este ingrediente y poner la sartén al fuego, hasta que la sal quede de color oscuro, pero sin que llegue a tostarse. ¡No tienes que removerla! Retira la sal, deja que la sartén se enfríe y frota con un paño seco.

Como puedes comprobar, no necesitas gastarte un dineral en comprar carísimos productos de limpieza para limpiar las sartenes de la cocina. Con ingredientes caseros y baratos, como la sal, el vinagre y el bicarbonato, puedes dejar las sartenes como si acabaras de comprarlas.