El ágave es una planta con origen en México que se conoce también como mezcal, penca o maguey y pertenece a la familia de las Agaváceas. Si quieres saber cómo cultivar ágave, sigue leyendo y toma nota de las claves para hacerlo de manera correcta.

Esta planta, de crecimiento lento, cuenta con rosetas muy apretadas que tienen hasta 160 hojas anchas, en colores que pueden ser el gris plateado o el verde pálido, principalmente. Tiene espinas fuertes y flores amarillas que crecen en tallos largos que sobresalen del centro de la planta.

Claves para cultivar ágave de forma adecuada

• Iluminación: necesita una exposición soleada para poder desarrollarse en las mejores condiciones, al menos durante la mitad del año en la que más se puede ver la luz solar.
• Temperatura: es una de las plantas más resistentes al frío, llegando a aguantar incluso temperaturas hasta -15ºC. Sin embargo, lo más recomendable es que se mantenga siempre en al menos 20ºC.
• Riego: será suficiente con regar una o dos veces al mes o cuando compruebes que se ha quedado sin agua, ya que es muy resistente a la sequía. En los meses de mayor calor quizás sea necesario cada 5 días. Deben ser riegos cortos, nunca profundos, ya que las raíces podrían pudrirse.
• Tierra: si vas a cultivar ágave en macetas, prepara una tierra que sea mitad sustrato y mitad arena para conseguir la superficie más adecuada para su crecimiento.
• Crecimiento: como dato interesante, esta planta tarda unos 8-10 años en alcanzar la madurez, aunque son un buen fertilizante y la cantidad de agua adecuada, estos tiempos se pueden reducir.
• Poda: es una planta capaz de regular su producción de tallos, por lo que realmente no es necesaria la poda, ya que además se desprenden solos con facilidad. Sí que debes podar cuando necesites alguna de sus hojas por cualquier motivo, por ejemplo con fines terapéuticos, cortando siempre al menos a un palmo de la base.